Todos los personajes de este libro parecen empeñados en confrontarse con el tiempo: el tiempo de las vicisitudes que han vivido o están viviendo y el de la memoria y la conciencia. Un ex agente de la difunta República Democrática Alemana, que se encargó de espiar a Bertolt Brecht, visita la tumba del escritor para confiarle un secreto. Un oficial italiano que ha sufrido radiaciones de uranio empobrecido en Kosovo enseña a una muchacha el arte de leer el futuro en las nubes. Un hombre que engaña su propia soledad contándose historias a sí mismo se convierte en protagonista de una de ellas. Historias extraordinarias que penetran en nuestra imaginación, por más que ya no pertenezcan a ella, sino a una realidad cuyo código tal vez hayamos extraviado. «Nueve maravillosos relatos cosmopolitas» (Ángel M. Salazar, Deia); «Relatos de una extrema belleza. Un libro magnífico» (Ramón Loureiro, La Voz de Galicia); «Tabucchi refleja el dramático enfrentamiento de la memoria con la presión del tiempo» (Ramón Mayrata, El Norte de Castilla).

Una casa de campo en algún lugar de la Toscana, en el último año del siglo XX. Tristano, que ha combatido por la libertad de su país bajo ese nombre, tomado de un personaje de Leopardi, llama a la cabecera de su cama a un escritor que en otro tiempo se inspiró en él para escribir una novela. Pero ¿es posible inscribir en el cuadro de un relato la geometría ambigua de la vida, con contradicciones, dudas, omisiones, deseos incumplidos, recuerdos falsos o imaginados? ¿Qué es el heroísmo? ¿Qué es la cobardía? ¿La traición? Durante su agonía, Tristano recompone un pasado inabarcable y bosqueja un fresco de casi sesenta años de la historia de Italia, con sus tragedias y sus simulacros, hasta la irrupción del último avatar tiránico, el de la estupidez televisiva.

Un volumen de relatos cuyo hilo conductor es la bipolaridad, el desdoblamiento, el contraste, un juego infinito como infinito es el océano de la lengua. Unos relatos en los que el lector se encontrará con presencias sorprendentes: desde el fantasma de Scott Fitzgerald que aletea en el titulado «El pequeño Gatsby» hasta un travesti llamado Giosefine en homenaje a Joséphine Baker.

Nalgures, nunha casa da Toscana italiana, o último agasto do século XX, ao longo dunha agonía que durará un mes enteiro, un home que combateu pola libertade do seu país conta a súa vida coa lucidez da febre e as alucinacións provocadas pola morfina. Tristano, nome tomado dun personaxe do poeta Leopardi, fai vir á cabeceira do seu leito un escritor para recoller o testemuño dunha vida que reflicte o século que está a piques de rematar. A pregunta que percorre a novela toda, e que Tabucchi se fai sen querer responder definitivamente, é a de se unha narración pode abranguer a xeometría ambigua dunha vida: as súas contradicións, as dúbidas, as omisións, os desexos incumpridos, as presuntas lembranzas ou os autoenganos. O destino persoal dun heroe como Tristano, cargado simultaneamente de esperanza e desespero, de xenerosidade e amargura, achega ao lector ou lectora un fresco de sesenta anos de historia de Italia e de Europa, coas súas traxedias e falsos pasos adiante, ata a irrupción do derradeiro episodio de tiranía: a farsa televisiva.